Caramelo


Shiro caminaba con su osito de peluche por un pasillo en su casa, de noche. Siguió por el pasillo hasta llegar a la habitación de su madre, que dormía tranquilamente. La pequeña primero vio en la mesita a lado de la cama una foto de ella junto con su perro, y luego vio a su madre.

-¿Mamá?- dijo Shiro.El conejo

-¿Que sucede?- le responde la madre al despertar. -Mamá, el conejo de pascuas se está comiendo mi caramelo.- respondió Shiro.

-Corazón por favor, déjame dormir. Vuelve a tu habitación.- dijo la madre, muy cansada.

-Pero mamá, está abajo comiéndose mi caramelo.- contestó Shiro, aterrada.

-Tuviste un sueño. El conejo de pascuas le da caramelos a los niños, no se los quita. Ve a dormir a tu cama.- dijo la madre, acostándose de nuevo.

Shiro, triste por la respuesta de su madre, se dispuso a volver a su cama a dormir. Bajó las escaleras y vio un ser horripilante ,negro y lleno de sangre en toda la cara, devorando un gran trozo de carne. Shiro, con los ojos llorosos, veía como el ser comía y se llenaba los dientes de sangre.

-Mamá me dijo que volviera a la cama.- dijo Shiro.

El monstruo, repentinamente, se dio vuelta, y le contestó a la aterrada Shiro:

-Buena idea, nena. Ve que todavía no es tu turno. Voy a esperar un poco y entonces seguiré contigo.

Shiro miró al piso y vio los trozos de carne, destrozados en el piso dentro de un charco de sangre. Siguió viendo y al lado suyo había una chapa de metal con forma de hueso, que decía "Caramelo".

Shiro, tras verlo, cerró los ojos y una lágrima recorrió su cara.

Al día siguiente la madre fue a la habitación de Shiro, veía como dormía profundamente pero había un peluche de conejo que nunca había visto, tirado, Shiro se despertó y le dijo: el SR.Conejo quiere que te mate para que después el pueda comerte.

La madre aterrada corrió hasta la cocina y llamó a su padre que esta en el trabajo,de repente todo se volvio oscuro , vió a Shiro llorando y ella dijo:

Shiro, amor ¿estás bien?

Shiro le contestó: El se comió a Caramelo y ahora necesito darle mas comida, la madre aterrada contestó:

¿Quien era caramelo? Shiro por un momento permaneció callada y dijo:

Caramelo....era una de mis... mis compañeras de clase derrepente Shiro saltó hacia la madre y la acuchilló, la madre aterrada vio un gigante conejo que estaba detrás de la pequeña, a punto de comerse a la madre.

Shiro sólo dijo: Tenemos conseguir más comida, con ella no basta.
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